Monitorización de sistemas: mucho más que prevención
En entornos de TI protegidos y críticos, la monitorización de sistemas es una función crucial para salvaguardar la estabilidad y eficiencia de los activos, así como para proteger las operaciones esenciales de la empresa. Se trata de un proceso que consiste en supervisar de manera constante el estado de la infraestructura y sus componentes con el fin de evaluar su salud y su capacidad para desempeñar las funciones asignadas. No solo eso: al recopilar y analizar los datos, la monitorización facilita la detección anticipada de posibles fallos y la implementación de medidas correctivas, esto último mediante la configuración de alarmas que alertan sobre irregularidades o problemas emergentes.
Entre las principales ventajas de la monitorización se incluyen:
- Detección temprana de amenazas: Si se produce un problema deberíamos poder atajarlo lo antes posible. El hecho de estar vigilando el sistema constantemente nos permite detectar cualquier anomalía casi en el instante en que se produce.
- Identificación del origen de los incidentes: La monitorización facilita la detección del origen de los comportamientos anómalos y de saturación de recursos, lo que agiliza la identificación y subsanación de los errores.
- Estado de disponibilidad: Permite mantener un seguimiento constante del estado de disponibilidad del sistema, evitando paradas parciales o totales que pudieran afectar a los usuarios. Esta capacidad de detectar problemas de manera temprana resulta crucial para prevenir interrupciones en entornos operativos.
- Alarmas: Con un sistema de monitorización podemos establecer alertas para eventos críticos tanto a nivel de hardware como en hipervisores, aplicaciones o servicios. La configuración de estas alarmas puede variar según las necesidades específicas del sistema, y puede configurarse su notificación a través de diversos medios como correo electrónico o mensajería instantánea.
- Optimización de los recursos. La detección temprana y la anticipación a los problemas, junto con la visibilidad del estado de los sistemas, hace que se puedan optimizar tanto los recursos de TI como los recursos humanos dedicados a su operación.
- Conocimiento del entorno. Las necesidades del negocio pueden siempre generan complejidad en las TI de la compañía, y puede darse el caso de que lleguemos a una falta de control de la misma. La monitorización nos permite recuperar ese control.
- Reducción de costes: Puesto que la monitorización nos permite optimizar la rentabilidad y planificar con mayor precisión el crecimiento futuro de nuestras infraestructuras, podemos agilizar y optimizar la toma de decisiones y la elección de inversiones futuras.
Dada la dependencia tecnológica de cualquier empresa actualmente, diríamos que contar con un sistema de monitorización no sólo es deseable, sino esencial. Sin embargo, también hay algunos obstáculos que podrían impedir su implementación:
- Se necesitan recursos dedicados y especializados. Disponer de una herramienta de monitorización funcional que nos aporte todas las ventajas que hemos enumerado anteriormente requiere que haya personal y tecnología especializadas para garantizar que funciona correctamente. Muchas compañías no se lo pueden permitir dedicar esa financiación o esos recursos.
- Elevado coste de las herramientas. La mayoría de las herramientas disponibles en el mercado son open source y resultan caras debido a la complejidad de su manejo.
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